¿Cómo aplicar llamadas a la acción (CTA) en marketing sanitario?
La pronunciación de la cifra “treinta y tres” permite evaluar el frémito vocal, es decir, la vibración de las paredes torácicas producida por el sistema broncopulmonar cuando hablamos, cantamos o gritamos.
La intención es determinar si hay alguna alteración (vibraciones aumentadas o disminuidas que nos brinden posibles indicios de una enfermedad) o si todo es normal.
Es una frase corta, con un objetivo muy específico que lleva al paciente a realizar una determinada acción.
Pues ¡venga, que eso es exactamente la definición de una llamada a la acción en marketing!
En este artículo te explico cómo aplicar en tu web sanitaria tus llamadas a la acción.
¿Qué verás en este artículo?
- ¿Para qué sirven las llamadas a la acción (CTA) en marketing?
- Razones por las cuales tus pacientes no realizan acciones en tu web
- Ausencia de llamadas a la acción
- Demasiadas llamadas a la acción
- Tipos de llamadas a la acción para tu sitio web sanitario
- Llamada a la acción con botón
- Llamada a la acción en contexto (CTA in line)
- CTA en todos lados
- El primer paso que obtener resultados con tu CTA
¿Para qué sirven las llamadas a la acción (CTA) en marketing?
Las llamadas a la acción (CTA, por sus siglas en inglés «call to action») tienen una función importante en marketing: dar una instrucción precisa para que tu paciente HAGA ALGO.
Si NO le dices qué debe hacer tu paciente para pedir cita, suscribirse a tu blog, hacer una pregunta o comentario, en forma evidente, simplemente se irá sin interactuar contigo.
Razones por las cuales tus pacientes no realizan acciones en tu web
En cuestiones relacionadas con el copywriting sanitario existen dos grandes problemas en las webs sanitarias y las CTA.
Ausencia de llamadas a la acción
La razón más probable por la cual tus pacientes no interactúan contigo a través de tu web es la ausencia de CTA.
Es probable que se deba a que estás convencida de que tus pacientes cuando navegan tu web sabrán qué hacer.
Invierte esta situación.
Eres tú la que debe definir qué es lo que quieres que haga tu paciente al terminar de leer tu página web a la que ha llegado.
Una página web sin una llamada a la acción es como una calle sin salida.
En las webs sanitarias la página que frecuentemente carece de llamada a la acción es «sobre mí» o «equipo».
Normalmente, está llena de referencias de títulos, certificaciones (casi como un curriculum vitae) que al llegar al final no invita a realizar ninguna acción.
— ¡¿Pero cómo puede suceder esto?!, si en mi sitio web la página de contacto están los datos para contactarse y pedir cita y en mi blog he dejado el espacio final para dejar comentarios o preguntas.
— Sí, perfecto, pero no les has dicho EXPLÍCITAMENTE con un texto corto y llamativo qué es lo que puede hacer al terminar de leer el texto de tu página sobre mí o equipo.
Las personas en internet necesitan que les indiques qué deben hacer y qué van a obtener a cambio para actuar.
Demasiadas llamadas a la acción
Esta otra situación que puede ser la causa de que tus pacientes no hagan nada: es el pecado por exceso.
Si al navegar en una sola página de tu sitio web tu paciente encuentra:
🔔 El botón para definir las cookies que acepta.
🔔 Un cartel con información sobre un nuevo tratamiento que invita a pedir cita.
🔔 El botón flotante con el logo de WhatsApp.
🔔 Un pop - up (anuncios flotantes) que le pide que antes de irse descarguen algo (lead-magnet).
¡Ah!, como si fuera poco, por las dudas, además lo invitas a que te siga en tus redes sociales…
¡Vamos, es entendible que no sepa qué hacer!
📽️ Creo que este video es perfecto para representar el cacao que puede llegar a ser cuando llenas tu web de llamadas a la acción.
Exceptuando algunas situaciones específicas, la regla del UNO es la ideal: para cada página define una ÚNICA llamada a la acción.
Si la extensión de la página obliga a tu paciente a desplazarse varias veces para llegar al final, coloca la misma CTA más de una vez en el transcurso de tu mensaje.
El primer paso que obtener resultados
Toda CTA tiene que tener un objetivo detrás.
Antes de escribir cualquiera de las páginas de tu sitio web o de tu blog sanitario, hazte esta pregunta:
¿Qué quiero que haga mi paciente al terminar de leer?
Quieres que escriba un comentario … díselo.
Quieres que pida una cita … díselo.
Quieres que se suscriba tu boletín... díselo.
Quieres que conteste un formulario ... díselo.
Quieres que diga 33 … díselo.
No avances hasta no tener en claro qué es lo que quieres que tu lector haga.
Y no olvides, pídele, en lo posible, una cosa por página web.
Recuerda que, a veces menos es más.